¿De pelea con las buenas maneras?
¿Es tan difíícil regalar una sonrisa, una palabra amable, un mínimo de buenas maneras?
Pelea frontal y a muerte la que tienen algunas personas de nuestra ciudad con las buenas maneras, y si no hay que verlos cuando de brindar un "buen servicio" se trata y acudimos a ellos para que nos informen, ayuden o aclaren alguna duda que se nos presente, y ni qué decir cuando estos personajes ocupan un cargo de cierta relevancia, pues dejan ver que con un poco más de poder en sus manos, tendríamos que pensar más de una vez si les hablamos o no.
¿Es tan difícil regalar una sonrisa, una palabra amable, un mínimo de buenas maneras? ¿Se han puesto alguna vez en los zapatos del otro para saber lo mal que nos sentimos cuando somos atendidos de mala forma? ¿Nunca han estado del otro lado? Me parece que este tipo de personajes deberían antes de ocupar ciertos cargos de acceso y atención al público, tomar un curso de relaciones públicas y así entender que con buenas maneras y un buen servicio, se hacen y le hacen la vida más fácil al que esta del otro lado del mostrador.
También creo que en las empresas que prestan servicio de atención al cliente, sus directivos o encargados tendrían que supervisar en que forma se desempeñan sus empleados, y si no de otra manera, ubicarlos en puestos en los que sólo se limiten a desempeñar una función mecánica, donde claramente no tengan ningún contacto con el público, ya que finalmente este tipo de personas son la cara de la empresa y están representando a sus directivos y al servicio que supone quieren dar y que con su actitud llevarán, con el tiempo pero con toda seguridad, al fracaso de sus compañías.
Las buenas maneras hablan de la formación que hemos recibido en nuestros hogares y somos afuera el reflejo de esa educación donde quedará claro que tristemente no hacemos honor a la que recibimos de nuestros padres.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Parece contrario a la cortesía el ponerse en bata tan pronto como se vuelve a casa, y de mostrarse así vestido; esto puede permitirse sólo a los ancianos y a las personas indispuestas
-
El tema de la educación en la juventud es recurrente y no es un problema de la época actual. En todas las épocas el tema de la educación de los jóvenes es un tema de gran importancia
-
Es curioso que el español haya elegido la misma palabra para los grandes fastos y para el aire rodeado de jabón.
-
Venezuela es cuna de gente maravillosa. Lo demuestra la valentía, el espíritu emprendedor y la entereza que caracteriza a cada uno de sus ciudadanos
-
Pocos adolescentes tienen el detalle de ceder el paso a una señora al entrar en una cafetería o, mucho menos, de apartar la silla de la mesa para que pueda sentarse.
-
Hay personas tan llenas de sí mismas, que explican siempre a aquellos con quienes conversan lo que han hecho y lo que hacen, y que se debe tener en mucha estima todas sus palabras y acciones
-
Es de lamentar que los buenos modales hayan caído en creciente desuso con la precipitación y la impaciencia de la vida moderna
-
La urbanidad es tan estricta en lo relativo al prójimo que no permite causarle disgusto en nada; por esto no permite que se hable nunca mal de nadie
-
Hay ciertas reglas que sirven de base y fundamento a todas las demás reglas del tacto social
-
El recreo discurre normalmente conversando de manera desahogada, contando historias agradables y graciosas que provoquen la risa y la diversión del grupo
-
Los cumplidos deben hacerse de manera natural, sin afectación, y sin que parezca que han sido preparados.
-
El hombre de buenos principios no sólo sabe conducirse dignamente con las personas con quienes está relacionado, sino que tributa también sus consideraciones a la sociedad entera.